El Parqueadero – Museo de Arte Miguel Urrutia, Bogotá // 30 de noviembre de 2020 – 07 de febrero de 2021
*Proyecto de investigación en conjunto con Natalia Gutiérrez Montes
Beatriz González (Bucaramanga, 1932) se formó consumiendo imágenes impresas en revistas y periódicos. De niña, su afición a recolectar imágenes la motivó a hacer un álbum con fotografías de estrellas de cine, que empezaba con una postal de Shirley Temple. Esta acción de recolectar imágenes continuó durante el periodo de su formación universitaria, en el que recortaba imágenes de libros y revistas para estudiar la obra de los grandes maestros del arte occidental, y además las utilizaba como material de apoyo en las clases de Historia del Arte que impartía en el Colegio Santa María de los Ángeles. Sin embargo, la consolidación de su práctica archivística se puede situar hacia 1965, año en el que pinta Los suicidas del Sisga utilizando como referente una foto mal impresa publicada en el periódico. Esta pintura marcó una ruta que la artista ha seguido siempre: toda obra parte de una imagen impresa.
A la par de su desarrollo como artista, Beatriz González ha construido un acervo bibliográfico y documental en torno al arte en Colombia y sus instituciones. Desde la década de los sesenta recorta, colecciona y conserva noticias de prensa, folletos, invitaciones, catálogos, afiches y libros relacionados con el arte y la historia del país. Con frecuencia, González dice que tiene múltiples “camisetas” que le permiten escribir textos sobre historia del arte, organizar exposiciones e incluso producir crítica. Toda esta actividad está sustentada en el extenso material que conserva en su archivo y que utiliza como insumo para sus investigaciones.
El archivo de González se divide en tres ejes principales: fuentes gráficas para su obra, noticias y publicaciones sobre su trayectoria, e información relacionada con las instituciones y el desarrollo del arte en el país. Los dos primeros ejes corresponden a su producción artística y el tercero tiene que ver con su labor como historiadora y curadora.
Como artista, Beatriz González se ha interesado en la prensa como material primario para la realización de sus obras. El archivo de fuentes permite entender el uso y las transformaciones de la imagen de prensa por parte de González y su proceder como artista. Las fuentes directas pertenecen a grandes “familias” de imágenes que mantienen una correspondencia temática o visual entre sí, en tanto que las fuentes complementarias corresponden a recortes de prensa o láminas que González no utilizó como referentes para sus dibujos o pinturas y que la artista reconoce como las obras que nunca realizó.
Al recorrer el archivo de Beatriz González, podemos confirmar que su arte está íntimamente ligado a las imágenes que consumimos a diario. En los años sesenta y setenta, González se dedicó a subvertir imágenes del arte universal que habían sido teñidas con tintes locales, como las láminas populares, las postales, la prensa y las fotografías familiares. A partir de los años ochenta, la artista utiliza como principal modelo de estudio la reportería gráfica, la cual deja registro de la difícil realidad nacional, producto del narcotráfico, el paramilitarismo y la indiferencia estatal.
Abrir una caja del archivo de González es desplegar una hoja de ruta compuesta por un sinnúmero de imágenes, documentos y curiosidades para entrever sus obsesiones. Este atlas, en el que se reiteran gestos, personajes, acontecimientos y temas, devela las metodologías de investigación detrás de sus obras, textos y curadurías.
Esta exposición comparte una de las facetas más íntimas y menos estudiadas de Beatriz González: su rol de archivista.
Catálogo
Los archivos de Beatriz González
30,5 x 25 cm
Impresión offset
1000 ejemplares
isbn 978-958-664-416-7
2020
Diseño: Tangrama